Gazapos archivísticos (II): ¿documentación bibliográfica?

La constante vigilancia del archivero José Luis3  Muñoz, a quien podríamos considerar un miembro de honor del «escuadr4ón caza gazapos archivísticos», ha permitido la localización de un nuevo artículo de prensa en el que la confusión en la utilización del lenguaje -preferimos pensar esto a creer que se trata de poco conocimiento sobre lo que se está relatando- ha hecho cometer un nuevo error a su redactor.

Así, en el diario ABC fue publicado el día 25 de julio un artículo con el siguiente titular:

Hasta aquí no parece haber problema archivístico alguno (no discutiremos otro tipo de errores) en el titulo, en el que, por otra parte, se toma como reclamo, como es habitual, la digitalización de documentos, algo que «vende» mucho y que, por lo tanto, no nos debe extrañar. Pero… ¿cuándo un titular incluirá los procesos de organización y descripción, teniendo en cuenta que no se debe digitalizar -salvo en casos muy excepcionales- sin realizar esas tareas técnicas previamente? Bueno… esa es otra batalla.

Pero no nos desviemos. Volviendo a nuestro gazapo, no obstante, hay que señalar que el error primero tiene su origen en la página web del Ayuntamiento de Cáceres donde el 12 de julio fue publicado:Hasta aquí todo bien. El gazapo es localizado en la primera frase del texto municipal: …El Archivo Histórico Municipal de Cáceres, que recopila documentos desde 1258 hasta 1950, ya tiene digitalizados el 80 por ciento de sus fondos bibliográficos

Esta entradilla es reiterada en el artículo de prensa que nos ha dado a conocer José Luis Muñoz a través del grupo de Archiveros en facebook. Por tanto, a partir de este párrafo municipal, días más tarde la prensa (20minutos.es, ABC) se hizo eco de esa digitalización en términos muy similares a los difundidos por el consistorio: …El 80% de los fondos bibliográficos del Archivo Histórico de Cáceres, que recopila y guarda documentos desde 1258 hasta 1950, ya están digitalizados…

De este modo, de ser correcta esta entradilla del artículo, no sólo se conservarían fondos bibliográficos generados en el siglo XIII, sino que se contempla como documentación bibliográfica, entre otros, una colección de pergaminos medievales. Recordemos que la imprenta, y, por tanto los primeros libros impresos, surgieron -salvando algunos antecedentes históricos- a mediados del siglo XV. Por lo tanto, encontrar lo que entendemos como documentos bibliográficos en el siglo XIII sería un poco complicado.

Pero, finalizamos de manera optimista con una versión de la noticia más acertada. La publicada en digitalextremadura.com el mismo día 12 de julio, en la que no se hace alusión alguna a fondos bibliográficos, hecho que confiere mayor claridad y pertinencia a la noticia:Es evidente que todavía no existe una buena asimilación de los conceptos básicos de la archivística ni de cuál es el objeto de estudio y trabajo de la misma. Confundir un libro, un documento bibliográfico, con un documento de archivo -a pesar de que en algunos fondos y colecciones de archivo hay libros impresos, especialmente cuando éstos están anotados- no es un error simple y pone de manifiesto el desconocimiento que, en líneas  generales, existe con respecto a la disciplina documental de manera general, hecho que redunda negativamente sobre su valoración y apreciación por la sociedad.


Acerca de Fernando Betancor Pérez

Archivero (El Museo Canario), Licenciado en Documentación (UC3M), Especialista Universitario en Archivística (UNED), Licenciado en Geografía e Historia (ULL) Publicaciones
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